Por Melissa Murillo 9/29/2024
¿Alguna vez te has detenido a observar los árboles que crecen junto a los ríos?
Cerca de donde vivimos con mi familia, corren las aguas del majestuoso río Mississippi.
A la orilla de este río puedes encontrar un gran número de árboles y si te pones a observar con detenimiento puedes ver lo frondosos, firmes y verdes que son.
Son árboles llenos de vida.
Así compara la Biblia en el Salmo 1 a la persona que decide apartar su pie del mal y que
decide vivir conforme a la voluntad de Dios, obedeciendo Su palabra.
Cristo nos ha abierto el camino al Padre y es por Él que podemos obedecer la Palabra de Dios, que podemos entenderla y aplicarla a nuestra vida.
Cuando vengan las tormentas de la vida podremos permanecer firmes como estos árboles porque estamos arraigados en El.
¿Dónde está puesta tu confianza hoy?
¿Estás viviendo conforme al mundo o conforme a la Palabra de Dios?
“¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores, sino que en la ley del Señor está su deleite, y en su ley medita de día y de noche! Será como árbol plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo y su hoja no se marchita; en todo lo que hace, prospera.”
Salmo 1:1-3 NBLA
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