Decir “No” También Honra a Dios Límites sanos = corazón en paz.
Muchos de nosotros luchamos con la culpa al decir "no", especialmente cuando deseamos ser amables, serviciales o reflejar el carácter de Cristo. Pero establecer límites no es egoísta—es sabio, saludable y está profundamente enraizado en la forma en que Dios nos llama a vivir. Decir "no" no es un pecado; es un acto de mayordomía sobre la vida, la energía y el propósito que Dios nos ha confiado.